LUNES, 24 DE JULIO DE 2006

¡Ya estamos aquí para seguir contándoos nuestras aventuras!

Hoy nos esperaba la GRAN MARCHA. Hemos dejado lista la mochila antes de ir a desayunar, repasando que lleváramos todo el material que nuestros monis habían indicado en una lista. Y cuando todos estábamos preparados… ¡andando! El cielo, totalmente despejado, nos anunciaba una mañana de calor.

Los peques hemos seguido un itinerario más corto y fácil que los otros grupos. Nuestra ruta iba siguiendo por una senda el Río Curueño, curso arriba. Alrededor de las 12:30 paramos en Montuerto, donde encontramos una zona de baño chulísima, que nos vino fenomenal para quitarnos el sofocón de la marcha, y luego… ¡a comer! Por cierto, ¿sabíais que en el grupo de peques hay tres monitores que, además, son socorristas?

Medianos y mayores salimos juntos, perfectamente ordenados, con monitores repartidos por todo el pelotón. En la cabeza, en el medio y en la cola del grupo los monitores iban equipados con chalecos reflectantes y walkies. Y, cerrando la expedición, nos acompañaba Sagra, la enfermera de Venture. No nos faltaba nada de nada. Nosotros llegamos a comer a Valdorria, un pueblecito muy pequeño enclavado en las montañas, con unas vistas espectaculares y del cual nace un cañón impresionante, por el que discurre el Arroyo de Valdecésar.

Según llegamos a la zona de comida tomamos unos refrescos que nos supieron a gloria y que nos quitaron el calor, acompañando el picnic que nos habían preparado las cocineras. Y de poste… melón fresquito!!!

El tiempo de reposo tras comida, después de la marcha de la mañana, también lo agradecimos enormemente… tumbados a la sombrita… ¡qué gusto!

Sobre las 17:00 comenzó a nublarse el cielo, lo cual nos vino de perlas para caminar más agusto. A las 18:00 merendamos un lazo de crema… ¡a rellenar los depósitos de combustible!

Los peques vimos la espectacular CASCADA DE NOCEDO: una auténtica “cola de caballo” de unos veinte metros de altura!!!

Cuando terminamos de merendar… ¡¡¡sorpresa!!! Nos encontramos todo el campamento (pequeños, medianos y mayores) en un mismo punto: en el Puente de Nocedo. ¡Qué bien! A partir de aquí ya fuimos todos juntos cantando con más ganas si cabe, porque se juntaron todos los monitores y… ¡menudo repertorio!

Lo cierto es que el cielo se estaba cubriendo cada vez más y los monitores mandaron una avanzadilla para comprobar los posibles refugios que ya habían visto previamente. Además, Víctor fue a visar a Protección Civil para que estuvieran al tanto por si había tormenta. Estos no dudaron en poner a nuestra disposición una flota de vehículos de rescate… por si acaso!!!

La gente del pueblo nos decía que no nos preocupáramos que, a pesar del viento y de algún que otro relámpago que se veía a lo lejos, allí no iba a llover.

Llegamos a los Caseríos de Valdeteja y, allí, en una verde y extensa pradera, preparamos las esterillas y los sacos, y nos dispusimos a cenar: spaghetti con tomate y queso rallado, san jacobos con ensalada y flan de huevo, ¡no veáis cómo entraron!

Para tranquilidad de todos, en cuestión de una hora, se despejó completamente el cielo, dejando ver un espectáculo de constelaciones… ¡Otra vez que dormimos en un “HOTEL DE MIL ESTRELLAS”! Es difícil de describir, pero suponemos que os imagináis lo que estamos viendo…

Los monitores han traído un coche lleno de mantas para todos, por si acaso refresca y alguno necesita abrigo extra.

¡Buenas noches, familia!

PD: Los medianos intentaremos llamar a casa mañana, martes, aunque es probable que no lo hagamos a la hora de siempre, ya que estamos de marcha. De todas formas, no os preocupéis, estamos perfectamente.